Una de las medidas adoptadas por Corea del Sur tras la rendición de Japón fue prohibir las importaciones culturales japonesas después de la Segunda Guerra Mundial. Un veto que duró mucho años y, de hecho, oficialmente se levantó en 2004.
Nintendo se asoció con una de las más grandes empresas tecnológicas de Corea del Sur para poder sus consolas en dicho mercado, por aquel entonces Hyundai Electronics y actualmente SK Hynix, autora de las memorias RAM Hynix.
De esta forma la NES llegó al mercado surcoreano bajo el nombre de Hyundai Comboy. Con el tiempo terminarían llegando Super Comboy (Super Nintendo) y Comboy 64 (Nintendo 64).