Sega saco en Japón una versión portable (que no portatil) de la Mega Drive, diseñada para las lineas aéreas japonesas.
Al necesitar una pantalla y una fuente de alimentación externas, aparte de en el interior de un aviónn, solo tenía sentido su uso en coches equipados con pantalla y cargador conectable al encendedor.
En marzo de 1994 se puso disponible al público.
El posterior diseño de la Nomad se basó en esta consola.